Cómo preparar el café perfecto en casa: guía para principiantes y fanáticos

Preparar un buen café en casa no es cuestión de suerte, sino de conocer algunos principios básicos que hacen toda la diferencia. Tanto si estás dando tus primeros pasos como si ya sos un apasionado del café, esta guía te ayudará a lograr una taza perfecta, respetando el sabor, el aroma y la experiencia que esta bebida milenaria merece.

1. Elegí buen café (y que sea tostado, no torrado)
   Todo empieza por el grano. Optá por café tostado natural y, si podés, de origen o de especialidad. Evitá el café torrado, que contiene azúcar quemada y altera el sabor. Un buen café empieza con un grano fresco, sin aditivos, que preserve su aroma original.
   

2. Usá café recién molido
   El café molido pierde aroma en minutos. Si tenés la posibilidad, comprá café en grano y molé solo lo que vas a usar. Un molinillo manual o eléctrico hará una gran diferencia en el resultado final. El punto de molienda dependerá del método: más grueso para prensa francesa, medio para filtro o V60, fino para espresso.
   

3. Proporciones justas: ni muy flojo ni muy cargado
   Una buena regla es usar entre 10 y 12 gramos de café por cada 180-200 ml de agua (una taza estándar). Usar una balanza digital puede ayudarte a mantener la consistencia en cada preparación.
   

4. La calidad del agua importa (mucho)
   El 98% de tu café es agua. Usá agua filtrada o mineral, sin cloro ni sabores extraños. Si el agua no es buena para tomar sola, tampoco lo será para preparar café.
   

5. Temperatura ideal: ni hirviendo ni tibia
   El agua debe estar entre 90 °C y 96 °C. Si no tenés termómetro, herví el agua y dejala reposar unos 30 segundos antes de usarla. Una temperatura muy alta quema el café; una muy baja no extrae todo su sabor.
   

6. Elegí tu método de preparación
   Cada método tiene su encanto. Estas son algunas opciones para probar:

• Prensa francesa: cuerpo denso, sabor intenso, ideal para quienes disfrutan de una infusión más robusta.

• V60 o pour over: sabor limpio y balanceado, destaca las notas más delicadas del café.

• Moka italiana: clásico, fuerte y aromático, perfecto para los que aman un café con carácter.

• Máquina de espresso: más técnica, pero con resultados cercanos a los de una cafetería.

• Cold brew: café en frío, suave y refrescante, ideal para el verano.
  

7. Mantené todo limpio
   Los residuos de café viejo pueden arruinar el sabor. Limpiá bien tu cafetera, molino, filtros y utensilios luego de cada uso.
   

8. Experimentá y encontrá tu estilo
   El café perfecto es el que más te gusta. Jugá con las proporciones, los tiempos de extracción, la temperatura del agua y los métodos. Tomá nota de tus resultados y descubrí tus combinaciones favoritas.
   

Preparar café en casa no solo es más económico, sino también un ritual que conecta con los sentidos. Con pequeños ajustes y algo de práctica, podés transformar tu cocina en tu cafetería favorita.